lunes, 23 de julio de 2018

¿Jugamos?




Esta no es una nueva entrada en mi blog, no.  Es una invitación.  Permítanme explicarme.

A raíz del Picnic en la Terraza, mucha gente me escribió diciendo que les había gustado la entrada.  Todos saben que debido a los eventos de estos últimos meses, he estado “reponiéndome”, reinventándome, reencontrándome para poder seguir adelante. 

Pues, resulta que uno de estos días estaba escuchando radio y estaban hablando de lo difícil y dura que se ha puesto la vida en mi bellísimo país y pensé: “Los venezolanos estamos de duelo.  Un duelo tan duro y difícil como el mío”.  Después de todo, hemos perdido a nuestro país, el de los paisajes alucinantes con su estallido de color que asalta nuestra vista a cada paso; el del zaperoco de guacamayas que surcan el cielo tempranito en la mañana y de vuelta al atardecer; el de aromas a hallacas cocinándose o a café recién colado.

Como mis “juegos” me han ayudado a recuperarme, los invito a jugar conmigo.  ¿En qué consiste el juego?  Muy fácil, un día, cualquier día, digan: “hoy voy a jugar como si nada importara en la vida, como cuando era chamo”.  Sí, yo sé: “No tengo tiempo”, “No tengo ganas”, “No tengo real”.  Cuando éramos chiquitos ninguna de esas excusas era válida, ¿verdad?    Entonces, ¡dale!  ¡Vamos a jugar!

Imagínate que ese pan duro que tienes en la nevera se convierta en unas deliciosas tostadas francesas.  Sírvelas en un plato lindo y cómetelas en el balcón o en el jardín o en un mantel en mitad de la sala.  Confieso que esta idea no es mía, sino de mi amiga Pilín que se inspiró con mi entrada de la Pizza en el jardín.  También puedes rescatar a tu Súperman interior e imaginar que tienes súper mirada.  Camina por ahí imaginando que puedes ver a la gente sin ropa o algo.  ¡Te garantizo que te vas a reír como loco!  O maquíllate como si fueras una cantante de Rock y agarra el cepillo y canta a todo pulmón una canción.   Imagina que tu carro es un Fórmula Uno y haz todos los ruidos pertinentes de aceleración y freno, como cuando eras chamo.  Juega solo, no vaya a ser que te tilden de loco.

La idea es rescatar al niño interior.  Cualquier juego es válido.  Lo único que les pido es que compartan conmigo cómo se sintieron para reírme y así alimentar mi niña interior.  Me pueden contar vía Twitter o Instagram a @jazzdancer1.

¡Vamos a jugar!

3 comentarios:

  1. No sé si sea parte del juego que propones, pero entre el relato de ayer en tu casa acerca de la vitrina llena de perolitos que guardabas, el Feng Shui y otras cosas que se conectaron, hoy me dispuse a hacer una limpieza en mi casa y a reparar defectos. No suelo ser esclavo de lo material sino de los recuerdo, tengo una manía de plasmarle significado, momentos o música a algunas cosas. Tengo varios días sin reloj de pulsera porque al último se le rompió la correa, y lo cierto es que junté en una caja como 15 relojes distintos, unos comprados, otros regalados y hasta heredados o uno último encontrado, lo cierto es que hay muchísimos recuerdos en una sola caja de madera, reí y también casi lloré pero lo bueno es que pude reparar el dañado con una correa reciclada y me siento muy feliz porque no gasté ni un centavo. Con todos los demás habrá que hacer una buena inversión en baterías porque mi mamá siempre dice que no es bueno tener relojes detenidos (aunque no le paro mucho a eso). Amanecerá y veremos, por los momentos soy feliz con mi reloj reparado. <3 luego te paso una foto por la red que nos conocimos para reunir y tener un cuento más. Besos. Atte:Jesus

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    1. Disculpa si hay errores pero todo fue desde la pantallita del celular :*

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  2. Cualquier actividad que despierte risas y llanto califica como "juego", aunque claro, más chévere es reírse. Te diste cuenta que de tu revisión de la caja de relojes sacaste un reloj con correa nueva? Probablemente, cada reloj te trajo algún recuerdo de alguien o de un momento de vida. Eso es jugar!

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