Dios Proveerá!

Tengo tiempo sin escribir en mi blog, pero aquí voy otra vez con mis crónicas “bestiazuelanas” (Visite Bestiazuela, capital del subdesarrollo y el tercemundismo) para no olvidar este tiempo tan complicado que nos tocó vivir.

 El 2014 fue un año marcado con una X de sangre y desolación.  Demasiados muertos y mucha miseria para querer recordar los meses siguientes a febrero-marzo de ese año.  Todas las luchas, las muertes y los sacrificios resultaron inútiles, pero ya estamos en el 2015 y los primeros días de enero nos trajeron una novedad para nada bienvenida: ¡Las Colas!

Tomado de www.rietedelgobierno.com

Colas enormes, zigzagueantes, con una gente rarísima, muy fea en su mayoría, que además anda en grupos de 10 o 15 personas donde la constante es tener entre sus miembros a al  menos un bebé de brazos y un señor o señora como de la sexta edad, preferiblemente con algún tipo de discapacidad: los de andadera y bastón se cotizan muy bien en el grupo, pero lo ideal es alguien en silla de ruedas.   El modus operandi de esta gente es el siguiente:  Alguien – llamémosle Yormel o Katimar –  acompañados de un bebé en brazos o una persona mayor a punto de expirar,  celular en mano, manda un SMS a Yackson o Yuleisy q está quién sabe dónde.  Ahí se pone en movimiento la estrategia: Yuleisy, Yuribí, Yurimar, Güilfred, Güilmer, Güilson, Franklin, Yorldan, Güillian y Yackson se amontonan en una camioneta / camión / autobús o moto (de 5 en cada moto) y salen raudos vía el supermercado donde Yormel o  Katimar está con un carrito parado(a) en la cola para pagar, cargando con su bebé o anciano, según sea el caso.  En lo que llegan, se dispersan para encontrarse de nuevo en el sitio donde los del supermercado amontonan el producto que estén vendiendo en ese momento (harina, leche, azúcar, café, pañales, papel toilette, hojillas, shampoo, jabón de baño, detergente para ropa y platos… la lista de productos escasos es muy larga).  Allí, todos se paran en cola y cada uno agarra la cantidad de producto que le toque y sale corriendo al carrito que Yormel o Katimar mantiene inamovible en la enorme cola para pagar.  El bebé o anciano sirve para desalentar a las personas vivarachas que tratan de adelantar el carrito inamovible.  Quedar detrás de uno de esos carritos puede ser la muerte, ya que aunque sólo se ven pocos artículos y uno piensa que ya va a salir, no cuenta con que uno a uno los del equipo van depositando sus cosas.  Como casi todos los automercados revisan la cédula de identidad, cada persona equivale a una compra, siempre y cuando Yuleisi no tenga 3 o 4 cédulas con nombres distintos.  El último en pagar es siempre el de la sexta edad, que normalmente paga con cestatickets de Bs. 3 cada uno (siempre le falta uno y acude a un monedero muy sucio y saca tres moneditas o se las pide a Yackson que ya salió y tiene que volver a entrar y rebuscar en los bolsillos).  

Este horror se ha repetido consuetudinariamente desde el 1° de enero, es decir, que llevamos 22 días de colas enormes.

Techo de la Capilla Sixtina

No obstante, Nicol_ASS, nuestro (in)digno mandatario anoche al fin se dirigió al país para rendir su memoria y cuenta y nos tranquilizó a todos.  Cabe mencionar que constitucionalmente hablando, esa alocución debía ser el día 15 de enero, a más tardar, pero Nick andaba de tour de las quinceañeras con toda su familia por Rusia y el Oriente Medio, con parada estratégica en Portugal.   Una vez tomadas todas las selfies de rigor en los principales monumentos de cada país, regresó con la solución a todos nuestros problemas económicos.  Nos dijo con mucha pompa: “Dios Proveerá”.  ¡Nunca nos dijo qué hizo durante el 2014, ni siquiera nos contó cómo le fue en su viaje o si le había gustado la comida qatarí o si los Rolex estaban baratos en Arabia Saudita!  Todos nos quedamos así como cuando uno está viendo una película larguísima y suena el teléfono justo cuando se está llegando al final y uno nunca se entera en qué paró por fin la cosa y si la muchacha era hija o no del prestamista y la mesonera pobre, pero honrada… Pero, ¡bueh!  Una vez que nos puso en manos de Dios, se despidió a toda prisa porque se iba para Bolivia a la toma de posesión de Evo.

No me malinterpreten, soy muy católica y tengo una fe inquebrantable en Dios y la Virgen y muchas veces he sido testigo vivo de que Dios de verdad-verdad, nunca abandona a nadie, pero…en boca de un presidente, por muy ilegítimo que sea, esa frase no sólo es blasfema, sino que es una de las mayores bofetadas a un pueblo noble que no merece ese tratamiento.