miércoles, 26 de febrero de 2014

Y pasamos del "ésto es lo que hay" al "ésto es lo que queda"


Las colas delante de algunas de las puertas de supermercados siguen!  Hay mercados, como el Luvebras que tienen colas larguísimas y hasta en el San Lorenzo que jamás ha tenido cola por ser tan careros tuve que hacer cola el otro día para entrar porque había Harina PAN.  Lo triste es que yo no iba a compar ningún producto básico, sino Coca-Cola Light, pero igual me calé mi cola.

Hace bastante tiempo que en Venezuela hay escasez.  Conseguir productos básicos se hace bastante difícil.  Hay mucha gente que el día de mercado lo marcan en su agenda como "ocupado" porque toma casi todo el día recorrer varios mercados para terminar de tachar la lista.  Yo me niego rotundamente a hacer tours!  Si no consigo algo, pues así se queda hasta la próxima semana que, con suerte, habrá llegado.

Me pregunto qué habría pensado mi mamá si le hubieran dicho que tenía que pararse en una cola para que le vendieran 2 kilos de harina?  Creo que hubiera utilizado toda su fuerza - que era mucha - para caerle a carterazos al tipo de la puerta, je.

Sin embargo, hoy escribo no para quejarme de las colas o la escasez que son el pan (que tampoco se consigue fácil) nuestro de cada día, sino a raíz de esta perlita que apareció ayer en el periódico. ¿Libreta de racionamiento?

Me pregunto si el régimen tendrá suerte en implantar su libreta de racionamiento del Siglo XXI utilizando tecnología de chip o cualquier otro método 2.0 para limitarle a la gente cuánto producto puede comprar o cuándo.  Me encantaría pensar que el "poeblo messsmo" tendría una reacción similar a la que imagino de mi mamá, pero con un slogan que reza "Con hambre y sin empleo con Chávez (o Maduro) me resteo" creo que mi deseo no se va a hacer realidad.  Me sorprende ver el sometimiento y mansedumbre con la que la gente humilde se para tranquilita en su cola y se siente absolutamente realizada por haber conseguido 8 rollos de papel toilette.  Su cara de "triunfo" debería reservarse para cuando se logra una hazaña que valga la pena, como graduarse de una universidad o descubrir un nuevo planeta, por ejemplo, no por haber conseguido algo tan básico como papel toilette!  Lo de las colas está tan generalizado que si dos personas se paran una detrás de otra para esperar a que cambie la luz del semáforo para cruzar la calle, siempre viene una tercera persona a preguntar para qué es esa cola.  Un día me pasó DOS veces en cuestión de minutos.

Ojalá que de verdad toda esta locura que hemos vivido en los últimos días con una guerra civil muy real para los opositores e inexistente para Nicolás y su combo tenga el resultado deseado: un país que de verdad-verdad entre en el siglo XXI y no se adentre (más) en el XIX.




No hay comentarios:

Publicar un comentario